8 de marzo, el movimiento imparable

4Estaba claro que podía cuajar en nuestros pueblos, pero no esperábamos semejante respuesta… Un mensaje en el grupo de trueque y anuncios: «Nos invitan a organizarnos por esta zona para la huelga feminista del 8 de marzo, alguien de otra zona vendrá a contarnos, tendríamos que fijar una fecha para una reunión». «Venga vale, abrimos un grupo». Y dicho y hecho. En muy poco tiempo, un montón de mujeres de todos los pueblos de alrededor respondemos a la llamada, más de 100, todas a una.

Decidimos fecha, y en pocos días estamos hablando de qué vamos a hacer, y cómo lo vamos a organizar en cada pueblo. Nuestra pequeña acción en nuestro municipio se juntará con otras de los pueblos de alrededor, confluirán en Villalba y por la tarde en Madrid. Delantales, rotuladores, pancartas, paseos por la noche a ponerlo todo. El whatsapp arde; celebramos cada foto que llega, enviada desde un pueblo vecino por alguna compañera anónima.

 

Esa sensación de ir todas a una. Esa sensación de poder llegar juntas, unidas, a donde queramos. Saber que ¡si paramos, se para el mundo! ¡Qué fuerza tienen los movimientos que surgen desde abajo!

Despertarnos por la mañana el 8 de marzo este año ha sido especial. Un gran día por delante. Un montón de abrazos. Un montón de cosas que se quedan por hacer, o que hoy, harán otros.

9Por la mañana vamos llegando a la plaza del Boalo. En vez de quedarnos paradas a escuchar cómo una lee el manifiesto, el micrófono va pasando de mano en mano y suenan muchas voces. Y después, espontáneamente, alguien propone una dinámica en la que moviéndonos por la plaza, vamos gritando cada una por qué estamos allí. Nos vamos cruzando unas con otras, sintiéndonos conectadas, mirándonos a los ojos y sintiendo cómo se humedecen por la emoción. «Porque no quiero cobrar menos», «Porque quiero que se valore mi trabajo», «Por las que no pueden manifestarse hoy», «Por mis hijas», «Por las asesinadas», «Por las mujeres migrantes», «Por mis hijos», «Porque me da la gana», «Porque sueño con un mundo mejor»,  «Porque mi cuerpo es mío», » Porque NO es NO», «Por que no nos ignoren en los medios», » Porque yo decido cómo, cuándo y con quién «… Cada silencio entre un grito y el siguiente se escucha intensamente.

La celebración sigue a mediodía en Villalba, donde se van juntando mujeres de todos los pueblos de la zona. Se atisba ya que lo que está pasando hoy es grande. Somos muchas. Nos sentimos unidas.

En Madrid la sensación sigue en aumento. Nunca hemos visto tantas mujeres juntas. Nunca hemos tenido una sensación tan de hermandad. Todas gritando ¡basta ya!  Algunas de nosotras detrás de la pancarta de la Sierra Noroeste; otras con los tambores en la batucada. Caminamos juntas durante horas, con el mismo objetivo, con la misma ilusión, embriagadas por el clamor, las proclamas, la música…

 

El subidón es tremendo, nos llevamos un buen chute de energía, y regresamos renovadas, con ganas de hacer cosas y seguir avanzando. Nos hemos encontrado, y los grupos quedan hechos, seguiremos trabajando.

Nos lo empezamos a creer: ¡juntas podemos cambiar este mundo!

 O LÍ OLÍ OLÁ, A LA HUELGA GENERAL

ESTE MUNDO NO NOS GUSTA

Y LO VAMOS A CAMBIAR

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *