Desapresurar la infancia, con Isabel Fernández del Castillo

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Este mes de junio, tendremos la suerte de contar con Isabel Fernández del Castillo, con una charla coloquio sobre la infancia: «Desapresurar la infancia: el juego y la experimentación como cauce natural de desarrollo de la inteligencia y de aprendizaje». Con la colaboración del ayuntamiento de El Boalo, Cerceda y Mataelpino.

ayuntamientoSerá en el edificio administrativo de Cerceda, el jueves 22 de Junio, de 18 a 20 h. La asistencia es gratuita hasta completar aforo.

Niñas y niños llegan al mundo dotados de inteligencias y talentos a la medida del destino de la especie más inteligente: curiosidad, iniciativa, afán por aprender, perseverancia, creatividad, empatía, automotivación, entusiasmo, capacidad de superación, capacidad para establecer relaciones significativas … Todo ello se manifiesta y desarrolla principalmente a través del juego espontáneo y la experimentación en el mundo real y las vivencias y experiencias que éstos aportan.

Pero el mundo adulto tiende a centrarse en el aprendizaje de cosas como objetivo, y olvida que en realidad se trata del resultado de un proceso en el que confluyen todas esas capacidades.  Éstas pueden quedar fácilmente neutralizadas si las condiciones no son las apropiadas, y en esta sociedad tecnológica, a menudo no lo son.

El resultado es que muchos niños y niñas se están saltando etapas y experiencias fundamentales, pasando de forma superficial y a toda velocidad por la etapa más importante de la vida: la infancia.  Los problemas de aprendizaje y atención aparecen pronto.  ¿Qué está pasando?  ¿Están teniendo los niños actuales las experiencias y el entorno que necesitan tener? ¿como podemos adecuar las condiciones, entorno y cuidados que ofrecemos a las niñas y niños a sus verdaderas necesidades?

En esta charla hablaremos de las auténticas necesidades de los niños y las niñas, de la importancia de permitir que vivan su infancia y de que cada fase se construya sólidamente sobre la anterior, y de cómo pequeñas modificaciones en nuestro modo de acompañar a los niños y en las circunstancias de su día a día pueden mejorar notablemente su calidad de vida y favorecer un desarrollo físico, emocional, social y mental más pleno.

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